El verano
Inicio del verano
El verano de 2025 en el hemisferio norte comenzará el día 21 de junio a las 22 horas 42 minutos hora oficial peninsular según cálculos del Observatorio Astronómico Nacional (Instituto Geográfico Nacional - Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible). Esta estación durará aproximadamente 93 días y 16 horas, y terminará el 22 de septiembre con el comienzo del otoño.
El inicio del verano en el hemisferio norte está definido por el instante en que la Tierra pasa por el punto de su órbita desde el cual el Sol presenta su máxima declinación norte. El día en que esto sucede, el Sol alcanza su mayor elevación sobre el horizonte al mediodía y describe en el cielo el arco más largo. Como resultado, ese es el día con más horas de Sol del año. Además, durante varios días la altura máxima del Sol al mediodía parece no cambiar, y debido a ello, al comienzo del verano también se le llama solsticio de verano (del latín solstitium, Sol quieto).
El comienzo del verano en el hemisferio norte coincide con el comienzo del invierno en el hemisferio sur.
El cielo durante el verano de 2025
Las noches del verano, aunque cortas, suelen ser las más cálidas del año, y por ello representan una buena ocasión para explorar el cielo. Además, en verano es frecuente viajar a lugares como el campo y la playa, que al tener un cielo oscuro nos permiten ver mejor el firmamento.
El cielo tras la puesta de Sol a comienzos del verano tendrá Marte y Mercurio este último visible hasta finales de julio. Habrá que esperar hasta primeros de septiembre para poder ver Saturno salir por el este al anochecer.
El cielo antes de la salida del Sol podremos contemplar a Venus y Saturno, aunque este último se irá acercando cada vez más al Sol. Júpiter será visible desde comienzos de julio, mientras que Mercurio podrá verse desde comienzos de agosto a principios de septiembre.
Además de los planetas, es fácil distinguir en el cielo grupos de estrellas brillantes. El más característico del verano es el triángulo formado por Altair, en la constelación del Águila, Deneb, en la constelación del Cisne, y Vega, en la constelación de la Lira. Es el llamado triángulo del verano, y es propiamente un asterismo pues combina estrellas de diferentes constelaciones. Hacia el sur, son típicas del verano las constelaciones de Escorpio, con la brillante y rojiza estrella Antares, y Sagitario, cuya posición indica aproximadamente el centro de la Vía Láctea. Esta banda blanca, que representa el brillo combinado de los millones de estrellas que componen nuestra galaxia, se puede ver en verano en todo su esplendor cruzando el cielo de sur a norte, aunque para distinguirla bien hace falta un cielo oscuro.
Otros fenómenos de interés astronómico durante el verano de 2025 serán las lluvias de meteoros de las delta acuáridas, cuyo máximo se espera hacia el 31 de julio, y las populares perseidas, cuyo máximo, hacia el 12 de agosto, Las lunas llenas de la estación tendrán lugar el 10 de julio, el 9 de agosto y el 7 de septiembre.
El 3 de julio se producirá el momento de máximo alejamiento anual entre la Tierra y el Sol, denominado afelio. Cuando eso suceda, nuestra distancia al Sol será de algo más de 152 millones de km, es decir, unos 5 millones de km más que en el momento de menor distancia (perihelio), que sucedió el 4 de enero.
Durante el otoño de 2025 tendrá lugar un eclipse de total de Luna que sucederá el 7 de septiembre y un eclipse parcial de Sol que tendrá lugar el 21 de septiembre. El primero será visible desde Europa, Asia y Oceanía. En España la Luna saldrá con la totalidad ya comenzada. El segundo se podrá ver desde el Pacífico sur, Nueva Zelanda y la Antártida.
Algunas curiosidades sobre el verano
Con algo más de 93 días de duración, el verano en el hemisferio norte es la estación más larga del año. Ello es debido a que la órbita de la Tierra alrededor del Sol no es circular sino elíptica y el verano coincide con la época del año en la que la Tierra se encuentra más lejos del Sol. Cuando esto sucede, la Tierra se mueve más despacio en su órbita (según la conocida como segunda ley de Kepler), y por tanto necesita más tiempo para llegar al punto donde comienza la siguiente estación, que es el otoño.
El inicio del verano puede darse, a lo sumo, en tres fechas distintas del calendario (del 20 al 22 de junio). A lo largo del siglo XXI el verano se iniciará en los días 20 y 21 de junio (fecha oficial española), siendo su inicio más tempranero el del año 2096 y el inicio más tardío el de 2003. Las variaciones de un año a otro son debidas al modo en que encaja la secuencia de años según el calendario (unos bisiestos, otros no) con la duración de cada órbita de la Tierra alrededor del Sol.
Aunque el día del solsticio de verano corresponde al de mayor número de horas de Sol, la diferencia de horas entre el día y la noche depende de la latitud del lugar. Para la latitud de Madrid, el día del solsticio de verano tendrá 15 horas y 3 minutos de Sol, a comparar con las 9 horas y 17 minutos de Sol que tuvo el día más corto (solsticio de invierno). La diferencia entre el día más largo y el más corto es por tanto de casi seis horas de Sol. A medida que nos acercamos al ecuador, esa diferencia disminuye, mientras que en los polos terrestres la diferencia es máxima.
Para más información sobre los fenómenos astronómicos del año se puede consultar el Anuario del Observatorio Astronómico, que publica el Instituto Geográfico Nacional.
Información proporcionada por el Observatorio Astronómico Nacional (IGN, Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible). Se autoriza la reproducción total o parcial citando su procedencia.